miércoles, 23 de abril de 2014

Sant Jordi 2014



Si en Cataluña hay una fiesta popular, ésta es Sant Jordi, unión de cultura y romanticismo. Cada 23 de abril las calles se llenan de gente, libros y rosas. La tradición dice que los hombres han de comprar una rosa a sus mujeres amadas (novias, esposas, hijas, madres, compañeras de trabajo…) y los hombres reciben un libro.




El origen de esta fiesta es una mezcla de tradiciones de distintas épocas. Coincide, por un lado, el hecho de ser la fecha de la muerte de Sant Jordi, patrón de Cataluña. Según la leyenda, Sant Jordi mató al dragón que atemorizaba al pueblo, y de su sangre nació una rosa que regaló a su enamorada.





La costumbre de que el hombre regale una rosa a la mujer se remonta al siglo XV, a las mujeres que el 23 de abril asistían a la misa oficiada en la capilla de Sant Jordi del Palacio de la Generalidad de Cataluña se les regalaba una rosa.









Por otro lado, coincide con el día del libro, que conmemora la muerte de Shakespeare y Cervantes. Las paradas de libros llenan la calle, especialmente en la Rambla Cataluña. Durante todo el día, los autores de los libros más populares, suponen un atractivo reclamo dado que firman ejemplares de sus libros en los puestos de la calle y en librerías.






En la actualidad, la rosa roja (que simboliza la pasión) suele ir acompañada de la señera y una espiga de trigo (símbolo de la fertilidad).









Da igual que no sea festivo, todo el mundo se escapa ni que sea un ratito para pasear y ver el ambiente. Calles abarrotadas y ambiente festivo.






Son numerosos los paradistas que ofrecen diseños artesanales hechos a mano con originales creaciones: rosas de diversos materiales, dragones de trapo o puntos de libro pintados a mano son algunos de los objetos que podemos encontrar. Las panaderías y pastelerías también se llenan de exquisiteces decoradas con las cuatro barras.













Los turistas, que ya inundan las calles de la ciudad, miran asombrados ese espectáculo que no se esperaban, y se suman a la celebración, contagiados por el ambiente que les rodea.














Sin duda es una de las tradiciones más bonitas de Cataluña



lunes, 21 de abril de 2014

El Ateneo Barcelones



Se acerca Sant Jordi, y por esta fecha se abre al público el Ateneo Barcelones, cuya entrada normalmente está abierta sólo a sus socios. Así que si salís a pasear, además de mirar rosas y libros, os aconsejo que deis una vuelta por esta emblemática institución cultural.


El Ateneo tiene su sede desde 1906 en el Palacio Savassona de la calle Canuda nº 6 de Barcelona, una casa señorial construida en 1796, diseñada bajo el modelo de los palacios góticos, aunque sus dimensiones y distribución son propios del neoclásico. El acceso principal se realiza desde la antigua entrada de carruajes.


Esta institución nació en 1872, y desde hace más de ciento cincuenta años, el Ateneo impulsa el debate social y la cultura catalanas, participando activamente en el su promoción y desarrollo.





El edificio fue reformado a partir de 1907 para que pueda albergar las actividades propias del Ateneo y presenta grandes transformaciones respecto al palacio original. Las obras corrieron a cargo del arquitecto Francesc Font Gumà y el entonces estudiante Josep Maria Jujol, el más significado discípulo de Gaudí. 







Fue declarado monumento histórico nacional y está incluido en el Catálogo del Patrimonio del Ayuntamiento de la ciudad.



Por la escalera noble se accede a las dos puertas de entrada a la entidad: la primera en el entresuelo y abierta por Jujol, da acceso a a los espacios sociales de la entidad: salas de conversación, el bar y el jardín romántico. La segunda, en el primer piso, era la antigua entrada principal y ahora conduce a la biblioteca.


Las salas de conversación son de aspecto tradicional, han sido escenario de innumerables tertulias. Las columnas y vidrieras son obra de Josep Maria Jujol. Llama la atención el detalle de la colocación de los azulejos al bies del suelo, símbolo de la logia masónica.


Desde el principio, el Ateneo se ganó un gran prestigio como centro promotor de la cultura: celebraba conferencias, exposiciones y cursos; dotó premios, acogió grupos artísticos o literarios; y formó una rica biblioteca.


Desde estas salas se accede al jardín romántico, un tranquilo espacio entre la vegetación, un estanque, bancos y una zona de bar para leer o conversar. Cuando el tiempo lo permite, también acoge actos culturales. El jardín ya existía en el edificio original, como delatan las altísimas palmeras.



En el día de Corpus Christi se hace el tradicional "ou com balla" en la fuente del estanque.


 

 




En la segunda planta encontramos dos espacios para actos. El más grande y moderno es la sala Oriol Bohigas, con capacidad para doscientas cuarenta personas, y que acoge los actos más importantes en la programación del Ateneo.


En la entrada de acceso hay una pintura mural de Alfons Borrell (2010)


La sala Pompeu Fabra está completamente rodeada de librerías y acoge tertulias y actos de debate.



En los accesos encontramos una serie de cuadros que nos recuerdan que esta institución siempre ha estado rodeada de personalidades significativas de Cataluña y que algunas de ellas han ocupado la presidencia.


En la primera planta está “La joya del Ateneo”, la Biblioteca.



Los socios del Ateneo pueden leer, estudiar o escribir en este espacio modernista bajo los frescos mitologicos del pintor del XVIII, Francesc Pla el Vigatà y las decoraciones en forja y madera de Josep Mª Jujol.






Las obras de restauración y reforma de 2008, han hecho posible la recuperación de su aspecto original, con una cuidada intervención en la que prevalecido la voluntad de poner en valor el patrimonio artístico de la planta noble del palacio Savassona.






Actualmente, además de ser una de las bibliotecas más antiguas más bonitas de Barcelona es también una de las más modernas y funcionales.

 



Pero la auténtica joya son los cerca de 300.000 volúmenes y un fondo patrimonial entre los más importantes de Cataluña.





Para más información: